Escritorio Vagnone & Landaeta

Descripción:

Escritorio Vagnone & Landaeta, situado en Getafe, Madrid, es un equipo de abogados creado y orientado a las necesidades de nuestra clientela. Este bufete tiene un carácter multidisciplinario, ya que concebimos el Derecho como una ciencia compleja. No creemos posible dar un consejo u orientar cabalmente a una persona si la situación planteada no se analiza desde las distintas ramas que conforman dicha ciencia, especialmente desde el punto de vista impositivo.

Ahora, con la incorporación del profesor Migdonio Suárez León como colaborador del despacho, hemos entrado en una nueva esfera de actuación: la planificación fiscal y financiera de empresas tanto en el orden nacional como internacional. Por planificación fiscal entendemos el conjunto de tácticas orientadas a minimizar el impacto tributario de negocios y contratos. Por planificación financiera, concebimos el diseño de un esquema organizado, detallado y personalizado para lograr metas económico-monetarias con plazos, costes y recursos necesarios.

Los abogados y colaboradores que integran el bufete tienen una larga trayectoria en el ejercicio profesional, complementándose en conocimientos y coordinando sus esfuerzos para que nuestros clientes sientan absoluta tranquilidad. La combinación de una visión amplia desde la perspectiva del Derecho y la compenetración entre los miembros del equipo, aunado a la atención personal, personalizada, confidencial, empática y particular que damos a cada cliente, transmite la confianza necesaria para que sepan que trabajamos en pro de sus intereses.

En materia litigiosa, estamos formados en Derecho Procesal, visto como una unidad sin distinción de materias, pero reconociendo las especialidades que cada una de ellas tiene. Analizamos los casos con los elementos probatorios aportados, buscando la decisión judicial más favorable para nuestros clientes. Los valores mencionados, junto con nuestra red de abogados y bufetes relacionados en varias provincias y en el extranjero, son esenciales para que nuestros clientes, ya sean personas físicas o jurídicas, sientan que son comprendidos y entendidos.

Hemos hecho nuestra la famosa idea de Raymond Saleilles: «a mis clientes no los juzgo, los defiendo», al considerar la situación que nos plantea un potencial cliente.